La remota historia de la calculadora

La historia de la calculadora se remonta a miles de años atrás, cuando los antiguos egipcios y babilonios utilizaban dispositivos rudimentarios para realizar cálculos matemáticos.
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La historia de la calculadora se remonta a miles de años atrás, cuando los antiguos egipcios y babilonios utilizaban dispositivos rudimentarios para realizar cálculos matemáticos . Sin embargo, la invención de la calculadora moderna tal como la conocemos hoy en día se desarrolló a lo largo de varios siglos.

Primera calculadora de la historia

El primer dispositivo conocido que se considera capaz de realizar cálculos fue el ábaco, también conocido como el ábaco de cuentas o el ábaco de cuentas romano. El ábaco se utilizaba en la antigua Mesopotamia y Egipto alrededor del año 2000 a.C. (hace más de 4.000 años).

El ábaco consiste en una estructura con varillas o alambres en los que se deslizan cuentas o piedrecillas. Cada posición en el ábaco representa un valor numérico diferente, y las cuentas se mueven y se agrupan para realizar cálculos matemáticos simples como sumas, restas, multiplicaciones y divisiones.

Aunque el ábaco es un dispositivo mecánico muy básico en comparación con las calculadoras modernas, fue un avance significativo en su época y permitió a las personas realizar operaciones aritméticas de manera más eficiente que el uso de los dedos o los cálculos mentales. El ábaco siguió siendo utilizado ampliamente en diferentes partes del mundo durante muchos siglos e incluso hoy en día se utiliza en algunas culturas.

En la antigua Roma, se utilizaron varios dispositivos para realizar cálculos matemáticos, aunque no existió un dispositivo específico que se considere como la primera calculadora en el sentido moderno.

Los romanos usaban principalmente números romanos para sus cálculos y registros, y realizaban operaciones aritméticas con la ayuda de tablas y herramientas como el ábaco de cuentas romano, similar al ábaco mencionado anteriormente. El ábaco de cuentas romano era un instrumento similar al ábaco convencional, pero con diferentes notaciones numéricas.

Además del ábaco, los romanos también utilizaban tablas de cálculo, como las tablas de multiplicar, para facilitar las operaciones matemáticas. Estas tablas proporcionaban resultados precalculados para multiplicaciones específicas y eran útiles para agilizar los cálculos repetitivos.

Es importante tener en cuenta que en la antigua Roma, los cálculos y las operaciones matemáticas se realizaban en gran parte de manera manual, y no se desarrollaron dispositivos mecánicos sofisticados como las calculadoras modernas hasta siglos más tarde. La invención de las calculadoras mecánicas y electrónicas tuvo lugar en períodos posteriores de la historia, como se mencionó anteriormente.

En la antigua Grecia, no se desarrollaron dispositivos mecánicos específicos para realizar cálculos matemáticos como los ábacos o las calculadoras. Sin embargo, los griegos hicieron importantes contribuciones al campo de las matemáticas teóricas y al desarrollo de métodos y técnicas para resolver problemas matemáticos.

Los matemáticos griegos, como Pitágoras, Euclides, Arquímedes y otros, se centraron más en la comprensión y el estudio de conceptos matemáticos abstractos, la geometría y la teoría matemática en lugar de la creación de dispositivos concretos para realizar cálculos.

Pitágoras y su escuela desarrollaron importantes teoremas y principios en geometría, como el famoso teorema de Pitágoras. Euclides, en su obra “Elementos”, estableció los fundamentos de la geometría axiomática y dedujo teoremas basados en razonamientos lógicos y pruebas deductivas.

Arquímedes, por su parte, fue un matemático e ingeniero destacado en la antigua Grecia. Realizó numerosos avances en cálculo integral, geometría y mecánica, pero principalmente a través de métodos y demostraciones teóricas en lugar de dispositivos físicos.

Aunque los griegos no desarrollaron calculadoras mecánicas, su enfoque matemático y su comprensión teórica sentaron las bases para el desarrollo posterior de herramientas y dispositivos de cálculo en otras civilizaciones y épocas.

Primera calculadora moderna

La primera calculadora moderna reconocida como tal es la “Máquina de Sumar” o “Máquina Aritmética” creada por el matemático y filósofo francés Blaise Pascal en el siglo XVII. Esta máquina, también conocida como la “Pascalina”, fue inventada en 1642 y se considera el precursor directo de las calculadoras mecánicas modernas.

La Pascalina era una calculadora mecánica que utilizaba una serie de ruedas dentadas para realizar cálculos de suma y resta de números de hasta ocho dígitos. Cada rueda representaba un dígito decimal, y cuando una rueda daba una vuelta completa, se sumaba o restaba una unidad al siguiente dígito. La máquina permitía hacer cálculos repetitivos y automáticos, agilizando los procesos matemáticos.

Aunque la Pascalina no fue un gran éxito comercial en su época, ya que era costosa y compleja de construir, sentó las bases para futuros desarrollos en el campo de las calculadoras mecánicas. Otros inventores y matemáticos posteriores, como Gottfried Wilhelm Leibniz, Thomas de Colmar y Charles Babbage, realizaron mejoras y avances en el diseño y funcionamiento de las calculadoras, lo que condujo a la evolución y desarrollo de las calculadoras modernas tal como las conocemos en la actualidad.

A principios del siglo XX, Leonardo Torres Quevedo diseñó y construyó una serie de dispositivos mecánicos para realizar cálculos automáticos. Entre sus invenciones se encuentra el “Aparato para el Cálculo Integral“, que fue una calculadora mecánica capaz de realizar operaciones matemáticas complejas, incluyendo cálculos de integración.

Torres Quevedo también desarrolló la “Máquina Analítica Diferencial”, que fue una calculadora electromecánica diseñada para resolver ecuaciones diferenciales. Esta máquina utilizaba ruedas dentadas y circuitos eléctricos para realizar cálculos matemáticos.

Además de sus contribuciones en el campo de las calculadoras, Torres Quevedo también fue un pionero en otros campos de la ingeniería y la automatización. Es especialmente conocido por su invención del “Telekino“, un sistema precursor de los modernos sistemas de control remoto.

Las contribuciones de Torres Quevedo en el ámbito de las calculadoras y dispositivos de cálculo fueron importantes y pusieron a España en el mapa de la innovación en ese campo. Sus inventos sentaron las bases para el desarrollo posterior de las calculadoras electromecánicas y electrónicas en el país y en todo el mundo.

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